Comenzaba la década de los 80, y entre los recuerdos de aquella época (mi infancia) figura con especial cariño las esperas frente a la televisión, junto a mi madre, aguardando a que TVE emitiese aquel fascinante programa. La voz de José María del Río y su entonación eran (ahora lo se) casi tan buenas en el doblaje como las del propio Sagan. Los guiones de cada uno de los 13 capítulos eran preciosos y precisos, sin duda de lo primero tuvo gran culpa su esposa Anne Druyan, buena conocedora del medio y para lo segundo se bastaba..