Una bandera izada y flameante evoca nuestro nacionalismo más tierno y radical, ¿o no? Una serie de estudios llevados a cabo en la Universidad Hebraica de Jerusalén sorprendió al arrojar como resultado que mensajes subliminales de la bandera nacional causaban el efecto contrario: Moderaban las posiciones políticas. Un mensaje subliminal es una información tan fugaz que alcanza a ser procesada por el cerebro pero jamás llega a la conciencia. Investigaciones anteriores han demostrado que este tipo de mensajes afectan la conducta de las..